MESA DE ESTACIÓN DE INSPIRACIÓN WALDORF
Acoger el otoño...
La mesa de estación de inspiración Waldorf es una oda a la continua metamorfosis de la Madre Naturaleza. En nuestro pequeño rinconcito lleno de encanto todo fluye acorde al transcurrir de los ritmos de la estación,..., y llegan las primeras hojas que el viento sur del otoño nos regala, la piña que encontramos por el pinar, las castañas que apañamos, algunas bellotas, una calabaza que se parece un poco al sol, la mazorca que nos traen del pueblo; tal vez llegue algún hada, algún pequeño gnomo,... :)
Acoger, sentir, vivir el otoño, tocar sus texturas, oler su aroma a castaña asada, saborearlo, escuchar los bellos paisajes sonoros que nos ofrece, saltar los charcos de las primeras lluvias, pasear por el bosque y ver ese crisol de colores que se funde con el aire puro,..., es todo un regalo para los sentidos que nos conecta con la sabiduría de la Madre Naturaleza y alimenta esa capacidad innata de maravillarse tan propia de la infancia.
En nuestra particular mesa de estación vamos colocando con ilusión, mimo y esmero cada uno de los elementos que vamos recolectando: frutos secos, frutas, algo de la cosecha, palos, hojas, piñas,..., y también cuentos, obras de arte hechas por esas pequeñas manos, dibujos, poemas y cancioncillas,... ¡Es todo un laboratorio de observación y experimentación sensorial!.
Asar la calabaza, aplastar las uvas con las manos y/o los pies, descubrir cómo es por dentro la granada o el boniato, comer una riquísima mandarina,..., tocar y leer un cuento de otoño,..., ¡la mesa de estación nos ofrece muchas posibilidades para crear, investigar, disfrutar, aprender...sin prisas, saboreando cada instante!
Un pequeño rinconcito lleno de encanto que poco a poco se va transformando acorde al paso del tiempo, que nos invita a compartir momentos llenos de entusiasmo, miradas y sonrisas; investigar a través de los sentidos, a abrir ventanas a la creatividad, a poco a poco ser conscientes, apreciar y cuidar la perfecta obra de arte que es la Naturaleza.
Somos aprendices de la mesa de estación, un pequeño espacio que se transforma acorde al fluir del paso del tiempo en las estaciones.
Compartimos algunas imágenes de nuestra mesa de estación de inspiración Waldorf en la que la calabaza, el boniato, la mandarina, una piña, algunas castañas, la mazorca de maíz, el caqui ya han llegado junto a "Otoño" de Gerda Muller....y un cepillito de madera que Ella ha decidido que también se pone para que se peinen los duendecillos que están por llegar, junto a las hojas de preciosas tonalidades que ya vamos apañando por el camino y en el jardín, junto al vivo entusiasmo por explorar y descubrir.
Rescatamos un verso de Casa Waldorf que nos habla de los frutos del otoño. Bello por su sencillez, sonoridad, armonía y sentido rítmico. Sin duda nos encanta :)
Compartimos algunas imágenes de nuestra mesa de estación de inspiración Waldorf en la que la calabaza, el boniato, la mandarina, una piña, algunas castañas, la mazorca de maíz, el caqui ya han llegado junto a "Otoño" de Gerda Muller....y un cepillito de madera que Ella ha decidido que también se pone para que se peinen los duendecillos que están por llegar, junto a las hojas de preciosas tonalidades que ya vamos apañando por el camino y en el jardín, junto al vivo entusiasmo por explorar y descubrir.
Rescatamos un verso de Casa Waldorf que nos habla de los frutos del otoño. Bello por su sencillez, sonoridad, armonía y sentido rítmico. Sin duda nos encanta :)
"Otoño dorado,
¿qué frutos has dado?
Manzanitas rojas, almendras también,
uvas negras, granadas y muy rica miel.
Chirimoyas e higos que quiero comer
y con las calabazas una rica sopa hacer."
Queremos agradecer a nuestra tatina Sole, amante de la infancia y de la naturaleza, Maestra con ojos de niña por su acompañarnos con ilusión en la creación de nuestra primera mesa de estación aportando cosucas de la huerta: la calabaza, la mazorca,..; y de los castañales llenos de aroma de otoño.
Mil gracias por leer :)